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La electrónica moderna requiere la soldadura como proceso fundamental para fijar los componentes a las placas de circuito impreso (PCB) mediante metal fundido. La temperatura de soldadura debe ajustarse con cuidado. Exceder la temperatura óptima puede quemar los componentes, y una temperatura insuficiente provoca uniones frágiles. Un ajuste adecuado de la temperatura del soldador permite conexiones fiables y duraderas, y procesos de producción fluidos.
¿Qué temperatura debería usar para soldar su proyecto específico? La temperatura óptima de soldadura varía según factores como la composición de la aleación de soldadura utilizada, el grosor de la PCB y el método de soldadura. Esta guía explica los rangos de temperatura necesarios, comparte técnicas de optimización y aborda errores comunes que deben evitarse.
La temperatura de soldadura describe el nivel de calor utilizado para fundir la soldadura, lo que crea una conexión eléctrica entre las superficies metálicas. ¿Se pregunta a qué temperatura se funde la soldadura? El punto de fusión de la soldadura determina el nivel de calor necesario para soldar, el cual varía según su composición.
Por ejemplo:
● La soldadura a base de plomo Sn63/Pb37 se vuelve líquida cuando se calienta a 183 °C (361 °F).
● La soldadura sin plomo conocida como SAC305 tiene un rango de fusión entre 217 y 221 °C (423 y 430 °F).
La temperatura real para soldar variará según el método elegido, el equipo y los requisitos específicos de la PCB.
Estos son algunos de los métodos de soldadura más comunes. Analicémoslos y conozcamos sus rangos de temperatura ideales.
La soldadura por reflujo se utiliza ampliamente en componentes de montaje superficial. Garantiza conexiones resistentes mediante calentamiento controlado. El proceso sigue un perfil de temperatura preciso.
1. Etapa de precalentamiento: El tablero se calienta gradualmente a 150-180°C (302-356°F), evitando el choque térmico.
2. Etapa de remojo: La temperatura se estabiliza entre 180 y 200 °C (356 y 392 °F). El fundente se activa, eliminando la oxidación.
3. Etapa de reflujo: El calor alcanza su punto máximo a 230-250 °C (446-482 °F). La soldadura se funde para formar uniones sólidas.
4. Etapa de enfriamiento: La placa se enfría lentamente, lo que evita grietas y garantiza su durabilidad.
Cada paso es importante. Demasiado calor puede dañar los componentes. Muy poco calor debilita las uniones. Una tabla de temperaturas de soldadura adecuada ayuda a controlar el proceso. De esta manera, se garantizan resultados de alta calidad.
Este método es bastante sencillo, pero requiere controlar muchas variables para evitar defectos graves. En la soldadura por ola, los componentes con terminales insertados se colocan en una placa de circuito impreso. A continuación, este conjunto se coloca en una cinta transportadora. Pasa por una ola de soldadura fundida, formando conexiones eléctricas resistentes.
El proceso consta de cuatro pasos. Primero, se precalienta la placa para reducir el choque térmico. A continuación, se pasa por la ola de soldadura, donde se unen los componentes. Después, se drena el exceso de soldadura. Finalmente, la placa se enfría para solidificar las uniones.
● Precalentar: 80-120 ° C (180-250 ° F)
● Ola de soldadura: 240 °C a 260 °C (460 °F a 500 °F)
● Tipo de A/C Controlado para prevenir fracturas por estrés.
Aplicaciones Comunes: Se utiliza con mayor frecuencia en la producción en masa de PCB. Se emplea tanto para circuitos impresos de orificio pasante como para montajes superficiales.
Soldar a mano es una de esas habilidades que parecen sencillas, pero que requieren cierta delicadeza. Ya sea que estés reparando una placa de circuito, ensamblando un prototipo o simplemente experimentando con la electrónica, la temperatura correcta del soldador marca la diferencia.
Diferentes soldaduras necesitan diferentes niveles de calor.
● Soldadura a base de plomo: La soldadura tradicional a base de plomo, como la aleación de estaño-plomo 63/37, se funde aproximadamente a 183 °C (361 °F). Se puede lograr una fluidez y adhesión óptimas si se ajusta la temperatura del soldador entre 330 °C y 370 °C (626 °F y 698 °F). Este rango permite una soldadura eficiente y minimiza el riesgo de daños térmicos en los componentes.
● Soldadura libre de plomo: Las soldaduras sin plomo, como la aleación Sn99.3%/Cu0.7%, tienen un punto de fusión más alto, de alrededor de 227 °C (441 °F). Por lo tanto, se requiere una temperatura más alta para el soldador. Muchos profesionales recomiendan temperaturas entre 350 °C y 400 °C (662 °F y 752 °F) para garantizar una fusión y unión adecuadas. Sin embargo, algunos usuarios han reportado soldaduras exitosas a temperaturas más bajas, de alrededor de 225 °C a 250 °C (437 °F y 482 °F), dependiendo de la composición y aplicación de la soldadura.
Aplicaciones Comunes: Reparación de dispositivos electrónicos, realización de proyectos de bricolaje, desarrollo de prototipos para nuevos gadgets, industria aeroespacial y de defensa, robótica y más.
Varios factores influyen en la configuración correcta. Por lo tanto, no existe una temperatura fija que se adapte a todas las aplicaciones.
● Espesor de PCB: Las tablas más gruesas requieren mayor calor para garantizar una humectación completa.
● Tipo de componente: Los chips sensibles requieren temperaturas más bajas para evitar daños.
● Aleación de soldadura: Las variantes sin plomo necesitan más calor que la soldadura tradicional a base de plomo.
● Volumen de producción: Los procesos automatizados requieren un control preciso para mantener la consistencia.
La adaptación de la temperatura de fusión de la soldadura al proceso correcto previene fallos y garantiza un montaje eficiente.
Obtener la temperatura de soldadura correcta es crucial. Si la temperatura es demasiado alta o demasiado baja, surgirán problemas. Analicémoslo.
Un buen control de temperatura garantiza uniones resistentes y fiables. Si la soldadura no alcanza la temperatura adecuada, no se adherirá correctamente. Esto provoca conexiones débiles que pueden fallar con el tiempo.
El calor excesivo puede quemar las placas de circuitos y dañar componentes delicados. Algunas piezas, como los circuitos integrados y los condensadores, son especialmente sensibles al calor. Si se sobrecalientan, pueden dejar de funcionar por completo.
La temperatura incorrecta puede provocar defectos como:
● Uniones de soldadura en frío (conexiones opacas, débiles y que se rompen fácilmente).
● Bridging (exceso de soldadura que forma conexiones no deseadas).
● Tumba (piezas pequeñas que se levantan del tablero en lugar de quedar planas).
Mantener el calor adecuado ayuda a evitar estos problemas.
La soldadura debe ser consistente en la producción en masa. Si las temperaturas varían demasiado, la calidad disminuye. Un proceso de soldadura estable mejora la eficiencia y reduce los productos defectuosos.
Una buena soldadura se basa en el control. Aquí te explicamos cómo lograrlo.
Los soldadores, hornos de reflujo y máquinas de soldadura por ola deben tener ajustes de temperatura. Esto mantiene el calor estable para obtener mejores resultados.
La soldadura por reflujo requiere un perfil de temperatura específico. La placa debe calentarse gradualmente, alcanzar la temperatura máxima adecuada y enfriarse adecuadamente. Un perfil bien ajustado previene defectos.
Verifique siempre la temperatura de fusión recomendada para su pasta o alambre de soldadura. Cada aleación requiere una temperatura diferente.
El diseño de una placa influye en el flujo de calor. Algunas buenas prácticas incluyen:
● Agregar relieves térmicos para evitar que el calor se propague demasiado rápido.
● Colocar los componentes de forma inteligente para evitar el sobrecalentamiento de las piezas sensibles.
Al controlar la temperatura durante la soldadura, se garantiza una mejor calidad, menos defectos y un proceso de producción más fluido.
Soldar puede parecer sencillo. Calienta la unión, funde la soldadura y listo. Pero si la temperatura no es la adecuada, las cosas se complican rápidamente. A veces, el daño es inmediato. Otras veces, los problemas aparecen semanas o meses después. Esto es lo que sucede cuando las temperaturas de soldadura no están ajustadas correctamente.
¿Alguna vez has visto una soldadura áspera, granulada o sin brillo? Esa es una soldadura fría. Esto ocurre cuando la soldadura no se funde completamente o no se adhiere bien al metal. El resultado es una conexión débil que puede romperse con la más mínima presión.
Una humectación deficiente es otro problema. La soldadura debe fluir con fluidez y adherirse a la almohadilla y al cable del componente. Si se forman gotas o se desprende, indica que la temperatura era demasiado baja. Una humectación deficiente provoca conexiones poco fiables, lo que puede provocar fallos en el circuito posteriormente.
Arreglalo:
● Asegúrese de que el hierro esté lo suficientemente caliente para la temperatura de fusión de la soldadura.
● Utilice soldadura fresca con buen contenido de fundente.
● Sostenga la plancha sobre la unión el tiempo justo; si es demasiado corta, no se adherirá. Si es demasiado larga, corre el riesgo de sufrir daños por calor.
Los componentes electrónicos no toleran el calor extremo. Las piezas delicadas pueden agrietarse o quemarse si la temperatura del soldador es demasiado alta. Los condensadores son especialmente vulnerables. Sobrecalentarlos puede causar fracturas internas, que pueden no ser visibles, pero que con el tiempo pueden provocar fallos.
La delaminación es otro problema. Las PCB tienen varias capas unidas. Un calor excesivo puede provocar que estas capas se separen, dañando la placa. Esto es común en las PCB multicapa utilizadas en electrónica avanzada.
Evítalo:
● Utilice un soldador con temperatura controlada o un horno de reflujo.
● Limite el tiempo que se aplica calor a cada componente.
● Precaliente las tablas grandes para evitar un choque térmico repentino.
Cuando el metal se calienta demasiado, se oxida. Esta fina capa de oxidación impide que la soldadura se adhiera correctamente, debilitando las uniones. Podría notar que la soldadura se desprende de la almohadilla o forma gotas irregulares.
La soldabilidad también depende de la calidad de los materiales. Una soldadura vieja, un fundente contaminado o una punta de soldador sucia pueden causar problemas.
Prevenirlo:
● Mantenga las puntas del soldador limpias limpiándolas periódicamente.
● Utilice soldadura fresca y fundente de buena calidad.
● Almacene la soldadura adecuadamente para evitar la acumulación de oxidación.
El calor expande el metal. Al enfriarse, se contrae. Si una unión soldada sufre cambios extremos de temperatura, se forman pequeñas grietas. Con el tiempo, estas grietas crecen y la conexión falla.
Este es un gran problema en dispositivos expuestos a cambios bruscos de temperatura, como los dispositivos electrónicos de los automóviles o los equipos industriales.
Reduce el estres:
● Utilice la temperatura adecuada para soldar para evitar ciclos de calentamiento innecesarios.
● Evite el retrabajo excesivo que debilita las articulaciones.
● Siga las pautas del fabricante o la tabla de temperatura de soldadura para conocer los límites de temperatura.
Conseguir la temperatura de soldadura correcta consiste en garantizar la durabilidad de las conexiones. La soldadura no fluirá correctamente si la temperatura es demasiado baja, lo que provocará uniones débiles. Si es demasiado alta, se corre el riesgo de dañar los componentes o deformar la placa. Cada material y método tiene su punto óptimo, por lo que usar herramientas con control de temperatura y seguir las instrucciones del fabricante marca la diferencia.
Al final, una buena soldadura se basa en la precisión. El calor adecuado garantiza conexiones sólidas, menos defectos y componentes electrónicos duraderos.
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